Leandro Olima está cerrando el 2024 como un año inolvidable que fue el punto de inflexión en su corta, pero prometedora carrera como futbolista. Con apenas 16 años, el jugador de Atlético Tucumán vivió momentos -en el último semestre- que marcarán su vida: desde su primera convocatoria profesional, a la inclusión en la Selección Argentina Sub-17 hasta su debut en Primera División. El jóven nacido en Horco Molle, con talento y humildad, está demostrando que se encargará, en el futuro del fútbol, de ser un apellido ilustre.

Todo comenzó el 5 de noviembre, cuando Facundo Sava, técnico del primer equipo de Atlético, decidió convocarlo para el partido contra Unión de Santa Fe. Aunque no ingresó, esa primera inclusión en el plantel profesional fue un momento trascendental para Olima, quien reconoce que sintió “una alegría inmensa” al enterarse. Fue la confirmación de que el esfuerzo de años en las divisiones inferiores estaba rindiendo sus frutos y que el sueño de llegar a Primera estaba más cerca que nunca.

El siguiente gran paso llegó unas semanas después. El 27 de noviembre, Bernardo Romeo, coordinador de selecciones juveniles, lo convocó para entrenar con la Sub-17 en el predio Lionel Andrés Messi. Durante tres días, Olima compartió prácticas con otros jóvenes talentos que buscan un lugar en el Sudamericano de la categoría, que se disputará en Colombia en abril de 2025. “El predio es increíble, tiene de todo: canchas impecables, áreas recreativas y un ambiente que te motiva a dar lo mejor. Me dediqué a disfrutar cada momento, desde los entrenamientos hasta el tiempo libre jugando al ping pong o andando en bicicleta”, recuerda de esa primera citación.

La experiencia no solo fue un aprendizaje futbolístico, sino también una oportunidad para conocer a referentes como Pablo Aimar. Aunque no logró tomarse una foto con él, Olima destaca la importancia de haber intercambiado algunos conceptos con él. “Me enfoqué en entrenar tranquilo, como si estuviera en mi club, y creo que eso me ayudó a tener un buen desempeño”, señaló. Su meta ahora es clara: ganarse un lugar en la lista definitiva para el Sudamericano y representar a la Argentina en una competencia internacional.

El 16 de diciembre llegó el momento que todo jugador sueña: su debut en Primera División. En el cierre de la Liga Profesional, Atlético Tucumán enfrentó a Central Córdoba, y en el minuto 90, Sava decidió enviar a Olima al campo. Con 16 años, 3 meses y 2 días, se convirtió en el jugador más joven en debutar en esta edición del torneo, superando a promesas como Matías Acevedo, de Racing, y Franco Mastantuono, de River. “Fue una mezcla de nervios y felicidad. No sabía que iba a estar concentrado para ese partido, mucho menos que iba a debutar. Cuando Sava me llamó, solo me dijo que disfrutara, y eso intenté hacer”, detalló.

El apoyo de sus compañeros fue fundamental en este proceso. Adrián Sánchez y Francisco Flores, con quienes formó un vínculo cercano, lo felicitaron y le recordaron la importancia de mantener los pies sobre la tierra. “Siempre me aconsejan que entrene al máximo y esté preparado para cuando el técnico me necesite. Eso es lo que importa en este momento”, reflexionó Olima. Para el jugador, el 2024 también estuvo lleno de momentos emotivos junto a su familia. Sus padres estuvieron presentes el día de su debut, y ver sus rostros de orgullo en las tribunas fue uno de los recuerdos más especiales. “Esa camiseta del debut ya tiene su lugar reservado en un cuadro en mi casa. Fue un momento único, algo que siempre soñé”, asegura. Después del partido, celebraron con una cena familiar, aunque el joven no tardó en volver a enfocarse en lo que viene.

Con vistas al 2025, Olima se encuentra entrenando por su cuenta para llegar en óptimas condiciones a la pretemporada. Mientras los futbolistas del plantel profesional descansan, él realiza ejercicios en un gimnasio cercano y en unas canchas frente a su casa. Su objetivo es claro: consolidarse en Primera, ganar minutos y, si se da la oportunidad, volver a la Selección en febrero. “Mis compañeros más experimentados me recomendaron que me prepare bien durante estas semanas, y eso es lo que estoy haciendo. Quiero estar listo para lo que venga”, explica.

El Sudamericano Sub-17 es una de las grandes metas en el horizonte para Olima. Representar a la Argentina sería un paso gigantesco en su carrera, y el mediocampista está dispuesto a dar todo para lograrlo. Pero más allá de los objetivos a corto plazo, su enfoque principal es seguir creciendo como jugador y persona. “Siempre me inculcaron que la humildad es clave para llegar lejos. Este año me demostró que el esfuerzo y la paciencia dan sus frutos”, reflexionó el volante ofensivo, que también puede jugar como contención y como defensor central.

A pesar de su corta edad, Olima tiene muy claras las prioridades y el camino que desea recorrer. Su mentalidad centrada en el trabajo, combinada con su talento natural, lo convierten en una de las promesas más interesantes del fútbol tucumano.

El 2024 fue solo el comienzo de una carrera que promete grandes cosas. Leandro demostró que está preparado para afrontar los desafíos del fútbol profesional con disciplina. Desde su debut en Primera hasta su paso por la Selección Sub-17, este joven tucumano está construyendo un camino sólido hacia el éxito.